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¿Porqué hay que traer un reloj a servicio en Peyrelongue?
14/11/2023
Opinión
Quien esté iniciado en este mundo de la relojería, ya sea que haya entrado por curiosidad propia, por insistencia de un amigo o mejor aún por influencia de un pariente, comprende lo maravilloso que es tener siempre consigo todo un mundo de micromecánica.
Ahí está el detalle importante, siempre contigo…a diferencia de un 98% de las cosas que se pueden comprar hoy día, llámense utensilios, herramientas, coches o lo que sea, un reloj mecánico no tiene fecha de caducidad.
O, mejor dicho, un reloj no está diseñado con una obsolescencia programada, no está pensado para fallar en 3 años para forzarte a comprar un modelo nuevo…como sucede con los los gadgets electrónicos en especial los teléfonos celulares, principalmente aquellos que tienen al fruto prohibido en su logotipo.
Si se le tiene un cuidado razonable, un reloj puede perdurar durante muchas décadas y hasta siglos, tan solo hay que ver los relojes monumentales, aunque eso es irse a una escala muy grande.
Aún hoy en 2023 podemos ver que aún existen (y funcionan) relojes de 1923 e inclusive hasta de muchísimos años antes.
El reloj de bolsillo Girard-Perregeaux que perteneciera a Don Porfirio Díaz, conocido como “La Esmeralda” aún existe y todavía da la hora de manera orgullosa como lo hizo hace más de 100 años en manos de la controvertida figura histórica.
¿Cómo es eso posible? Sencillo, los curadores de esa pieza lo cuidan y mantienen en buenas condiciones, jamás ajustándolo o usándolo de manera que le ocasione un esfuerzo innecesario al delicado mecanismo centenario.
Sucede lo mismo con los relojes de pulso actuales, aquellos que poseemos para comenzar a escribir su historia con nosotros, aquel que salió de Peyrelongue como una conmemoración de algo importante ya sea como propio o como regalo para alguien más.
Hay que recordar las palabras de Julio Cortázar
“No te regalan solamente ese menudo picapedrero que te atarás a la muñeca y pasearás contigo.
Te regalan, no lo saben
Lo terrible es que no lo saben
Te regalan
Un nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo
Algo que es tuyo, pero no es tu cuerpo
Que hay que atar a tu cuerpo con su correa
Como un bracito desesperado colgándose de tu muñeca.”
Un reloj puede tener un importante significado muy personal, ya sea conmemorando algún logro o como un melancólico recuerdo de un ser querido…
Es por eso que es importante cuidarlos, para seguir recordando y disfrutando, para preservar la historia que tienen, los recuerdos que cargan y las historias que contarían si tan solo hablaran.
En Peyrelongue Chronos entendemos la bóveda de emociones que es un reloj, los vemos como algo viviente y no nada más como un intricado conjunto de engranes.
Entendemos la mecánica de su corazón y es por eso que podemos darle el cuidado que necesita cuando lo traigas con nosotros para darle el tan importante mantenimiento.
Un mantenimiento que hará que perdure durante 100 años o quizá más.