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Girard Perregaux Laureato 42mm

31/07/2025

Opinión

En los años setenta Girard Perregaux lanzó un reloj que quizá en ese entonces no sabían lo importante que sería en cuestión de diseño. Estamos hablando del Laureato, una pieza que, a pesar de su aspecto casi formal, claramente tenía un estilo dinámico, quizá hasta deportivo. Esto lo hizo en un reloj muy versátil; en fin, con el paso del tiempo, la colección fue evolucionando y ésta se fue actualizando… inclusive dentro de la propia colección de Laureato hubo subfamilias, como lo son los los Laureato Absolute, los Chronograph, los Skeleton y los Tourbillon. Todos estos exploran distintos aspectos de diseño; algunos más radicales y contemporáneos que otros. Aunque algo innegable es la influencia que el reloj de los años ´70 tiene sobre su diseño.

Toda marca tiene un reloj que se convierte en su emblema, en su insignia; una pieza que se vuelve la embajadora de la marca. Sin saberlo en aquella ocasión en 1975, Girard Perregaux logró esto cuando debutó el primer Laureato.

Laureato 42mm Infinite Grey

El Laureato es un reloj que se ha vuelto sinónimo de Girard Perregaux, hay muchas iteraciones distintas, pero el aspecto clásico es uno que siempre será imbatible. Girard Perregaux ha ido actualizando el diseño del Laureato con el paso del tiempo.

Este año, Girard Perregaux nos trae una versión del Laureato en 42 milímetros, cuando el reloj original debutó, tenía un calibre propio de la marca. Esta ocasión no es la excepción, el Laureato en cuestión tiene un calibre automático GP01800 con una reserva de marcha de 54 horas. Y claro, es un mecanismo desarrollado por la propia marca.

El mecanismo en sí es su propia obra de arte, podemos apreciarlo gracias a que al reverso del reloj hay una tapa de cristal de zafiro. A través de la cual podemos ver el rotor de oro rosa con un terminado Côtes de Genève, además de que éste tiene grabado las palabras “Manufacture Girard Perregaux”.

Este mecanismo se encuentra dentro de la caja de acero pulido y satinado de 42 milímetros; además de que el bisel porta esa icónica forma octagonal que ha distinguido a Laureato en estos últimos 50 años.

La carátula de este reloj también es algo especial, ésta va decorada con un esmaltado Grand Feu. El cual es una técnica particularmente demandante y compleja de lograr porque requiere mucha atención el detalle.

El esmalte está compuesto por una combinación de sílice, minio, potasa y sosa, finamente molidos en polvo y combinados con óxidos metálicos para lograr su tono matizado. Posteriormente, es cuidadosamente aplicado por capas en la carátula, y se cuece a unos 800 °C en un horno; este es un proceso que se repite de cinco a diez veces, para lograr el acabado tan especial que éste Laureato tiene.