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TAG-Heuer y la revolución de carbón

24/09/2025

Opinión

La relojería vive en una constante contradicción, el mundo relojero es una gran paradoja. Quizá es algo obtuso e incongruente decir esto, pero ¿a qué se refiere con esto? Analicemos un poco sus orígenes, la relojería se creó hace un par de cientos de años, se hizo para crear herramientas que nos ayuden a nosotros los humanos. En parte o mejor dicho, una gran parte de esto para ayudarnos a navegar en el mundo. Sin los relojes marinos tenías un naufragio seguro y un doloroso final. El descubrimiento de “nuevos mundos” dentro del nuestro impulsó a que los relojeros mejoraran sus piezas y las tripulaciones no perecieran;

y todas las marcas que hacen relojes mecánicos hacen sus relojes esencialmente con el mismo principio mecánico que aquellos relojeros hace cientos de años…solo que miniaturizado.

Breguet y Vacheron Constantin son ejemplos perfectos de marcas centenarias que celebran su historia y nos la recuerdan con relatos de sus fundadores. Además, hacen relojes para conmemorar ese legado.

Entonces tenemos que la relojería es un asunto muy tradicional, hay mucha historia de por medio y esa misma historia la vemos todos los días al tener un reloj mecánico en la muñeca. Así que… ¿por qué es una constante contradicción? Muy fácil, la relojería vive de la tradición, pero sabe perfectamente que solo de eso no se puede existir. Es entonces que buscan innovar su mundo tradicionalista. Tenemos ejemplos de eso constantemente en el mundo de la relojería. Con marcas como Panerai buscando ser ambientalmente responsables usando acero reciclado para crear el E-Steel para sus relojes. Ejemplos hay muchos de cómo es que hay marcas que buscan innovar la tradición en la que viven. Una de estas marcas es TAG-Heuer y es el tema del que estaremos hablando el día de hoy.

Recientemente se llevó a cabo un evento conocido como el Geneva Watch Days, una congregación del mundo relojero donde las marcas presentan sus colecciones actuales y las piezas que pretenden agregar en el futuro. En dicho evento, TAG-Heuer le mostró al mundo el fruto de 10 años desde su planeación, este es el TH-Carbonspring.

¿Qué es el TH-Carbonspring? Es una innovación de un componente de los mecanismos que ha estado en existencia desde hace 350 años. Esta es la espiral.

Pequeña clase de historia, en 1675 el matemático holandés Christiaan Huygens inventó el oscilador moderno que conocemos hoy en día. Lo hizo combinando una rueda de balance (o volante) y un resorte espiral. Al hacer esto creó un componente que regulaba o controlar las oscilaciones de la rueda de balance del movimiento de un mecanismo.

Con ello, se mejoró el empaquetamiento de los relojes, se hicieron más compactos y más portátiles, además de mejorar enormemente la precisión de los relojes. Esta ingeniosa invención es una que aún se usa hoy en día.

Al principio era de materiales ferrosos lo que hacía que este componente se magnetizara y alterara la precisión de los relojes. Al principio no era gran problema y con los años se fueron mejorando las aleaciones utilizadas; pero aún hoy en día tenemos problemas modernos que requieren soluciones modernas: si dejas tu reloj mecánico al lado de tu teléfono celular podría magnetizarse, entonces las marcas idearon maneras de proteger este componente. Una forma fue hacer la espiral de silicio, un metal que no es magnético, pero TAG-Heuer fue un paso más allá y presentó en el 350 aniversario del invento de Huygens el TH-Carbonspring Oscillator, uno de los mejors ejemplos de la relojería del siglo XXI.

Esta innovación que comenzó a concebirse hace 10 años y tras 9 años de desarrollo, según relata la marca.

TAG-Heuer hace pública esta innovación del oscilador de carbón y la debuta en dos de sus relojes más emblemáticos. Dos relojes que son sinónimo con el deporte motor, el Mónaco y el Carrera. Estos son el TAG-Heuer Monaco Flyback Chronograph TH-Carbonspring y el TAG-Heuer Carrera Chronograph Tourbillon Extreme Sport TH-Carbonspring.

TAG-Heuer tiene una historia muy rica en la relojería, pues comenzaron a hacer instrumentos de medición del tiempo desde hace 160 años aproximadamente. El TH-Carbonspring fue desarrollado en su totalidad por TAG-Heuer LAB (previamente conocido como TAG-Heuer Institute).

La Espiral de Carbón de TAG-Heuer presenta tres ventajas en su funcionamiento, sobre una espiral convencional.

La primera y muy obvia es su resistencia a campos magnéticos, pues no está ni cerca de ser un material ferroso. Lo cual es una ventaja en una época donde muchos aparatos emiten un ligero campo magnético.

La segunda es su resistencia al impacto, pues una serie de impactos seguidos o un impacto fuerte es el peor enemigo de un reloj mecánico. El TH-Carbonspring contrarresta esto.

Y el tercero es su peso, al ser un componente oscilatorio tan ligero eso reduce la resistencia al cambiar su estado actual, ya sea de reposo o movimiento. Esto por supuesto ayuda con la precisión del mecanismo.