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Girard Perregaux Cosmos
23/12/2025
Opinión
Girard Perregaux es una marca conocida por muchas cosas; en los años setenta adquirió mucha fama por la introducción de una colección conocida como Laureato. Una colección que con el paso del tiempo incidentalmente se volvió en el rostro de la marca.
En años recientes el propio Laureato y la marca GP han tenido mucho revuelo y han sido puntos focales de la actual colaboración con el equipo Aston Martin de Fórmula 1. Pero el Laureato y Aston Martin son tema de conversación para otra ocasión, cabe recordar que Girard Perregaux es una marca muy diversa.
El Laureato podrá ser una especie de colección insignia para la marca, pero no es toda la composición de GP. Hay colecciones como la 1966 que porta un carácter más sobrio y de vestir o colecciones como la Bridges. La cual puede argumentarse es igual de famosa que los relojes Laureato. Aunque hay un lado de Girard Perregaux que es menos explorado, pero es uno realmente fascinante. Estamos hablando del Cosmos.
La marca presentó el Cosmos en el ahora lejano año 2019. Desde su debut el reloj llamó la atención por su prominente talla y por ser una demostración de la proeza mecánica de Girard Perregaux. Poco después de ese impactante debut, GP hizo el Cosmos Infinity, el cual fue un reloj limitado a ocho ejemplares.
Actualmente el Cosmos regresa y sigue igual de impresionante, esta vez lo vemos portando tres complicaciones. Pero analicemos el reloj por partes, comenzando desde su exterior.
El Cosmos porta una caja de titanio de 37.85 milímetros de diámetro y es peculiar en el sentido de que es perfectamente simétrica. Quizá piensen que todos o por lo menos casi todos los relojes son así, si no son cuadrados son circulares y cuando dibujas un eje en medio de estas tienes la misma figura en un lado y del otro. Así es el eje de simetría. Pero no, la simple existencia de la corona evita que la simetría sea perfecta. Hay algunos relojes que optan por tener el ajuste de la hora al reverso del reloj, como lo es el Accutron Space View de 1967. La caja del Cosmos carece de una corona y la forma circular nos recuerda de cierta manera a los relojes Ikepod de Mark Newson.
El rostro del Cosmos sigue siendo algo muy especial, en la parte superior de la carátula encontramos a la carátula como tal. Suena confuso, pero es el lugar donde se albergan las manecillas de horas y de minutos. Dicha carátula es de color negro y cuenta con un tratamiento de pulido y arenado, rodeada por un anillo exterior con acabado tipo rayos de sol. Los índices son de oro blanco, al igual que las manecillas, solo que éstas son tratadas con un material luminiscente.
El Cosmos no tiene un segundero, esto se debe a la primera complicación, el reloj cuenta con un tourbillon ubicado a las 6. Éste completa una revolución cada 60 segundos, es éste el que lleva el conteo de los segundos por lo que un segundero es irrelevante en el Cosmos.
El tourbillon cuenta con una jaula en forma de lira y se mantiene en su lugar por un Neo Bridge. Este es una interpretación modernizada del famoso puente que Girard Perregaux realizó en el siglo XIX y que es parte fundamental de la colección Bridges. Esta es una armoniosa incorporación de un elemento icónico de una de las colecciones más famosas de GP. El puente Neo está hecho de titanio y tiene un tratamiento arenado, además de un acabado con biselado a mano.
Alrededor de la carátula y del puente que sostiene al toubillon podemos encontrar elementos decorados con nácar de Tahití recubierto de aventurina azul. Girard Perregaux ha reducido el grosor de la capa de aventurina con el propósito de que sea translúcido y revele los reflejos del nácar. Esto le da una coloración y acabado muy especial; y es un color que inmediatamente nos recuerda a una noche contemplando al cosmos. El cual es tanto hermoso como abrumador, es una auténtica carátula sideral.
A las 9 y a las 3 del rostro del reloj tenemos literalmente dos subcarátulas. Una de ellas porta constelaciones y la otra es un globo terráqueo ¿qué significan? Bueno, el globo terráqueo actúa como un indicador de día y noche. Éste realiza una rotación completa cada 24 horas, el lado del globo que puedes ver es el lado donde el día prevalece y el lado que se aprecia al reverso del reloj es donde está la noche. Alrededor del globo terráqueo se encuentra un anillo horario el cual está fijo.
La carátula de las 9 muestra las constelaciones del zodiaco y completa una rotación en 23 horas, 56 minutos y 4 segundos. Esto es la duración de un día sideral, que corresponde a una rotación de 360° de la Tierra sobre su eje. Girard Perregaux ha bautizado apropiadamente esta carátula como esfera celeste.
Al voltear el reloj podemos apreciar que una parcialidad de la tapa está hecha de cristal de zafiro, esto nos permite ver el otro lado de las subcarátulas, las cuales están hechas de titanio.
Es aquí donde debemos recordar un punto que se mencionó al principio, la carencia de una corona. En lugar de usar una corona convencional, el Cosmos utiliza cuatro arcos giratorios, llamados “bélières”. Estos sirven para darle cuerda al calibre GP09320 con 57 horas de reserva marcha y ajustar la hora. Cada una tiene tres símbolos que señalan su función. Un reloj de arena ajusta la hora, una Tierra para ajustar el globo terráqueo y estrellas con una luna para mover la esfera celeste. Los símbolos tienen un tratamiento con material luminiscente para que el Cosmos pueda ser ajustado aún en las situaciones más oscuras.